El dia que llegue a Valencia desde mi pequeño pueblo literalmente quede asombrada, no podía evitar mirar los edificios como si nunca hubiera visto algo igual. Realmente no se valora las cosas cuando las vivimos dia a dia, tras varios meses en Valencia lo que me sorprende es ver las casitas de campo que hay en mi pueblo, ha habido un cambio de papeles increíble al cual me he acostumbrado, cada vez que vuelvo a mi pueblo me pasa lo mismo volviendo a Valencia, tal vez se trata de que cada vez que me voy olvido los detalles y cada vez que regreso me adentro más en ellos, soy observadora y me parece increíble el cambio de arquitectura que hay de mi pueblo de Albacete a Valencia, como el clima cambia los materiales de las casas, como la zona en general se adapta a ellos, es realmente sorprendente.

A dia de hoy vuelvo a mi pueblo y me fijo mucho más en todo esto, no paso por alto los detalles, me detengo a ver la forma de la grieta creada en la pared de una casa antigua, son detalles que tras poco a poco aprenderlos en la universidad se quedan grabados, haciendo que observe con más detenimiento mi alrededor y es una sensación maravillosa, porque me esta haciendo aprender y a la vez avanzar.

En mi pueblo la gran mayoría de las casas están construidas con piedras ya que es un material de fácil acceso mientras que aquí en valencia apenas se encuentra en casas.

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